En un partido de la fecha 26 del calcio, disputado en el estadio Olímpico de esta capital, Lazio venció a Roma por 2 a 1. Hernanes de penal abrió el marcador, Fabio Borini consiguió el empate transitorio y Stefano Mauri anotó el tranto decisivo.
Con este resultado, Lazio se afirma en la tercera posición, que ahora ocupa en soledad con 48 puntos. Roma, por su parte, sigue sexta con 38 unidades, pero en la noche del domingo podría ser superada por Inter en caso de triunfo nerazzurro ante Catania.
El partido fue funestado por un pésimo arbitraje, si bien el señor Bergonzi no erró en ocasión del fallo más difícil. En efecto, luego de unos primeros minutos en los que Lazio tomó con más decisión la iniciativa, Klose se presentó mano a mano con Stekelembur.
El alemán, ante la salida del arquero, tocó el balón y lo sacó del alcance del rival, quien no pudo evitar tocarlo. Bien cobrado el penal, entonces, si bien nos queda la duda respecto a la expulsión y por algo, en estos días, la FIFA está discutiendo si el triple castigo (Stekelemburg ahora será suspendido una fecha) no sea demasiado severo para con los guardavallas.
Más allá de estas polémicas, el reglamento por ahora es este y, cuando Hernanes transformó con categoría - Lobont, que había ingresado por el pobre Lamela (justo hoy el argentino cumplía 20 años), por un lado, pelota por el otro - el penal en gol, Lazio se encontró con una preciosa e inesperada doble ventaja luego de apenas diez minutos.
Sin embargo, Roma se lanzó con todo hacia adelante y, cinco minutos después, consiguió el empate: Juan volvió a meter a centro de área una pelota pasada y Borini cabeceó al gol, Biava la sacó de cabeza pero la pelota había ingresado claramente. El juez de línea de ese lado, Cristiano Copelli, no tuvo ninguna duda y corrió hacia el centro, convalidando el tanto y evitando otro papelón de la clase arbitral italiana.
Lástima que, desde ese momento, el referí perdió casi totalmente el control del partido, que se volvió muy fuerte en el medio y demasiado entrecortado. Por eso, al momento de irse al descanso, Bergonzi ya había pitado 19 faltas y amonestado a cuatro jugadores, además de la ya referida expulsión.
En el complemento, a pesar de la inferioridad numérica, Luís Enrique mandó a su Roma a buscar el triunfo, una actitud todo sumado entendible puesto que el empate le servía de muy poco al deseo giallorosso de volverse a meter en la pelea por la tercera posición.
Sin embargo, el asturiano se vio obligado al cambio de Pjanic, quien jugó a pesar de estar aún dolorido por una lesión. El nuevo ingresado, Marquinho, no pudo garantizar la misma cobertura del compañero y, desde ese momento, Lazio dominó a sus anchas el trámite.
Primero llegó el gol: un tiro libre desde la derecha de Ledesma, pincelado de forma estupenda al área, encontró a la defensa giallorossa dormida y totalmente libre a Mauri, quien apareció por el segundo palo y la tocó adentro en absoluta soledad.
Luego, ante la carga generosa pero desordenada de Roma, Lazio pudo haber goleado, pero Hernanes se devoró un gol hecho, Bergonzi le ahorró la expulsión a Heinze, ya amonestado, cuando el argentino frenó de manera irregular a Klose lanzado hacia el gol, y también erraron goles imposibles Mauri y González.
Así, el partido se mantuvo vivo hasta el final. Bojan ingresó por el lesionado Juan y Roma quedó parada con un "acrobático" 3-4-3 en el que los tres del fondo eran Taddei, Heinze y José Angel, pero luego de la expulsión por doble amonestación de Scaloni, en el final también tuvo dos veces la oportunidad de igualar, con sendos cabezazos de Totti y Borini.
En suma, fue un partidazo desde lo emotivo y lo espectacular, pero desde el punto de vista técnico fue un encuentro bastante pobre, en el que se mereció la mención de figura el único que trató siempre de razonar y de darle buen trato a la pleota, el argentino Ledesma.
La figura de ESPNdeportes.com: Christian Ledesma (8)
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