Fue 2 a 2 al final entre Parma y Fiorentina, que se enfrentaron en el estadio Tardini para recuperar el encuentro de la jornada 23 que había sido postergado por culpa de la nieve, a mediados de febrero.
Primero Stefano Okaka llevó en ventaja al equipo local, pero Matja Nastasic y Alessio Cerci habían dado vuelta el marcador. Al final, Sebastián Giovinco, de penal, metió el empate y le dio cifras definitivas al marcador.
Este empate los dejó a los violetas onceavos junto a Atalanta, Bologna y Genoa, todos con 32 unidades, 7 arriba de la zona descenso, mientras que los emilianos ocupan en soledad el decimosexto escalón de la clasificación con 30 puntos.
El resultado fue justo, porque los azul y oro mostraron algo más pero, al mismo tiempo, cometieron un par de errores defensivos clamorosos, que le costaron (como es lógico que sea) dos puntos.
Al inicio jugó casi exclusivamente Parma, que copó bien cada espacio de la cancha, creó algún peligro y encontró el 1 a 0 al 28º con Okaka, quien asistido bárbaro por Giovinco se escapó mano a mano y fue hábil en recuperar el balón, tras haber disparado encima del arquero en la primera ocasión, para rematar fuerte una segunda vez y mandarla a guardar al fondo de la red.
el Giglio parecía completamente hipnotizado, pero en el segundo tiempo logró mostrar finalmente un poco de garra, mérito también del cambio de esquema, pasando a un 4-3-3 que acomodó de mejor manera al equipo violeta.
De todas maneras, Fiorentina precisó un regalito de Parma para igualar: a la hora de juego, en efecto, Vargas ejecutó un tiro libre en forma de centro, de manera ejemplar, y la retaguardia local se lo olvidó a Nastasic, quien entró a toda velocidad y desde el límite del área chica cabeceó fuerte al arco.
El desafío se equilibró mucho y la visita logró hasta darlo vuelta, cuando al minuto 71 Pasqual puso un centro bajo desde la izquierda y Cerci, cortando hacia el primer palo, logró desviar el balón, para sacar un remate algo mordido pero eficaz, que se metió a la izquierda del inculpable arquero.
Donadoni se jugó el todo o nada, lo sacó a Ferrario, un defensor, para poner a un volante ofensivo, Valiani, y Parma se volcó para adelante. Como de costumbre, las esperanzas de los azul y oro se apoyaron a Giovinco, que otra vez más no falló: esta vez, "la hormiga atómica" se ganó un penal (evidente y clamorosa la tirada de remera de Cassani, clara y reiterada en el tiempo), que él mismo transformó en el 2 a 2.
Vale la pena subrayar la frialdad y el gran carácter de Giovinco, puesto que antes de patear el penalty sobre todo Behrami, pero también muchos otros jugadores violetas, hicieron de todo para molestarlo, con un par de "cachetadas", empujones, gritos y una serie de gestos vergonzosos, que terminaron por costarle algunas amonestaciones a los jugadores de Fiorentina. Sin embargo, el pequeño delantero no se hizo distraer y dos minutos más tarde de cuando había sido cobrada la falta, pateó perfecto y gritó su décimo tanto en el campeonato.
La figura de ESPNdeportes.com: Sebastián Giovinco (8)
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