domingo, 4 de diciembre de 2011

Catania 0 - 1 Cagliari

Un golazo de Victor Ibarbo, por lejos la figura del partido, decidió el match del Massimino entre Catania y Cagliari en favor de los sardos, que terminaron ganando por 1 a 0.

Con este resultado, los azul y rojo alcanzaron momentáneamente a los azulgrana en el séptimo escalón de la clasificación, que por ahora ambos comparten con Roma, todos con 17 unidades.

El resultado más justo hubiese sido un empate, porque los locales fueron más en el primer tiempo y la visita jugó un poco mejor en el complemento, pero el golpe de genio de Ibarbo terminó por hacer justamente la diferencia, puesto que el partido brilló técnicamente exclusivamente gracias al joven colombiano.

La primera etapa prácticamente la regaló Ballardini, quien planteó un 3-5-2 con Cossu en el medio de la cancha junto a Conti y Ekdal. El sistema tan diferente al 4-3-1-2 con el que Cagliari vienen jugando desde hace años fue casi un trauma para los sardos, que no lograron maniobrar como saben y concedieron algunos espacios en defensa, sobre todo con los movimientos de Gómez entre líneas.

El pequeño argentino, en efecto, fue el hombre más peligroso de los locales, primero dibujando un cuchillazo para la entrada de Almirón, anticipado con una salida excelente de Agazzi, y luego con una serie de remates peligrosos desde el límite del área.

Además, a mediados de primer tiempo, Gómez lo habilitó a Lodi en el área, pero el volante no tuvo ni la paciencia ni la puntería necesarias y terminó por rematar bastante mal de primera, con el balón que se perdió por el fondo.

Cagliari no logró mostrarse el peligro por casi todos los primeros 45 minutos, pero cerca del final dio un susto con su jugador más peligroso, Ibarbo: el colombiano, bien asistido por Cossu, se presentó mano a mano contra Andujar pero disparó demasiado central, con el portero argentino rechazando muy bien con los pies..

En el complemento Ballardini resolvió sus problemas regresando al 4-3-1-2, poniéndolo a Biondini por Perico, con Pisano y Agostini que tomaron sus naturales posiciones de marcadores de punta.

La mejoría se vio de inmediato y la visita equilibró mucho el match. De todas maneras, como dicho, el partido estaba parejo y el gol de la ventaja llegó gracias a una invención personal.

En la ocasión, Ibarbo alcanzó un pelotazo largo por derecha, le sacó cinco metros en diez de pique a Legrottaglie, le ganó la posición, se le escapó justo sobre la línea de fondo y, echado un vistazo hacia el medio del área (vio que Cossu estaba marcado), los madrugó a Spolli y Andujar con un pique y un juego de piernas impresionantes, para mandarla finalmente a guardar con el arco vacío.

Realmente un golazo, que aumentó la confianza del colombiano que desde ese momento marcó diferencia. Poco más tarde, en efecto, Ibarbo inventó otra buena jugada y lo liberó a Thiago Ribeiro en el medio del área, pero el brasilero falló malamente la buena ocasión.

Así como falló también otra chance aún más clara poco más tarde, cuando un centro de Agostini tomó un efecto raro y se estampó en el travesaño, para rebotar en el área y quedarle ahí al brasilero, quien fue increíblemente lento y no supo rematar con eficacia.

A todo eso Catania, que o merecía estar perdiendo, se tiró hacia adelante. Montella finalmente lo puso a Maxi López y el ataque de su equipo se revitalizó, pero el argentino no logró anotar el empate por mérito de dos buenas tapadas de Agazzi y, en una ocasión, de una clara falta de Canini apenas afuera del área (el defensor podía ser expulsado por falta de último hombre, pero el referí no cobró nada).

Al final, los azulgrana no lograron crear la presión necesaria para poner en serias dificultades a la defensa visitante y otra vez más tuvieron que rendirse a perder en casa por culpa de una inesperada esterilidad ofensiva.
La figura de ESPNdeportes.com: Victor Ibarbo (8.5)

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