Empezaba el partido movidito en el Olímpico de Roma, con ocasiones para ambos conjuntos (Di Natale y Osvaldo las más claras) aunque con ligero dominio del Udinese, sin embargo, la Roma abriría pronto el marcador. Corría el minuto 8 de partido cuando Osvaldo (el mejor de lejos de la Roma en la primera parte) cazaba un balón al borde del área y tras previo rechace del meta Handanovic ponía el primero en el luminoso.
Intentó reaccionar el Udine tras el gol, pero su dominio era estéril y era la Roma quién gozaba de las mejores oportunidades en las botas del autor del gol y de Lamela. Y lo que es el fútbol, cuando mejor estaban los romanos llegaría el mazazo del empate justo antes del descanso, Gelson Fernandes la engancha llegando desde atrás y para dentro. 1-1 en el marcador y cambio de escenario para la segunda mitad.
Esta empezaría con dominio total de la Roma que trataba de manejar el balón y de conectar con Osvaldo, quién tendría una oportunidad buenísima al quedarse solo delante del arquero, pero entre el pie y el poste desbarataron la ocasión. Poco después la oportunidad sería para Lamela pero la respuesta de Handanovic fue magistral.
No cesaba el dominio romano, pero la defensa del Udine se mostraba muy segura, no dejando crear ocasiones al rival, sin embargo abandonó cualquier ataque y esto normalmente se acaba pagando. Corría el minuto 85 cuando un pase de la muerte del argentino Osvaldo permitía al eterno Francesco Totti adelantar a los suyos. Estallaba el Olímpico y estallaba Luis Enrique, con la soga al cuello toda la temporada.
No acabaría ahí la cosa ya que el Brasileño Marquinho redondearía el marcador en el tiempo de descuento tras pase de Bojan poniendo el definitivo 3-1 en el marcador.
Victoria importantísima para el equipo romano, que se pone a cuatro puntos de Champions, plaza que ocupa su eterno rival, la Lazio.
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