domingo, 15 de enero de 2012

Juventus 1 - 1 Cagliari

Dejó sensaciones encontradas el empate por 1 a 1 entre Juventus y Cagliari, en un partido de la fecha 18 del calcio disputado en el Juventus Stadium de Turín.

En efecto con esta igualdad, producto de los goles de Mirko Vucinic y Andrea Cossu, Juventus estableció una nueva marca, 18 partidos consecutivos sin perder, dejándose atrás el récord anterior de la temporada 1949/50.

Sin embargo, en aquel entonces Juventus (que cayó en la fecha 18 ante Lucchese por 2 a 1) venía de 15 triunfos y dos empates, mientras que ahora, con 10 victorias y 8 igualdades, la hazaña podría no alcanzarle para seguir en la punta.

En efecto, Juventus es único líder con 38 puntos, pero con un partido más que Milan, que entonces podría alcanzar y hasta superar a la Vecchia Signora. Cagliari, por su parte, ahora suma 22 unidades y comparte la décima plaza con Catania (un partido menos) y Parma.

El partido se había puesto color de rosa para el local, que comenzó dominando y jugando muy bien y se puso en ventaja enseguida: Lichtsteiner comenzó la jugada, que pasó por los pies de Vidal y Marchisio ante del volver al defensor, que había atacado el área y se encontró mano a mano con Agazzi. El defensor demostró generosidad y la tocó hacia el medio para Vucinic, quien no tuvo más que empujarla en el arco vacío.

Un golazo, en el que participaron todas las líneas del equipo, en la ocasión parado con el 4-2-3-1 de comienzo de campeonato, con Vidal en línea con Pepe y Vucinic detrás de Matri. Cagliari por su parte jugaba con el acostumbrado 4-3-1-2, con Cossu enganche detrás de Ibarbo y Larrivey.

Por toda la primera etapa, Juventus siguió siendo más que un Cagliari ordenado y prolijo pero muy poco contundente arriba. El error de los locales fue el de no haber cerrado el partido cuando tuvieron la oportunidad, en especial con un derechazo de Matri que pasó rozando el poste a la derecha de Agazzi y un cabezazo casi a quemarropa de Pepe demasiado central.

Sin embargo Cagliari, aún sin tener situaciones claras, dos veces reclamó un penal por faltas de manos de los rivales en el área. En la primera ocasión, Larrivey la bajó de cabeza hacia Ibarbo y la pelota dio en el brazo de Bonucci, pero claramente sin intención. En cambio, pareció penal la mano de Pirlo, muy separada del cuerpo, en ocasión de un remate hacia el arco de Dessena.

De cualquier manera, Juventus se fue al descanso con una merecida ventaja. Sin embargo, a comienzo de complemento, Cagliari volvió a la cancha con otra actitud, mucho más agresiva, y tardó apneas cinco minutos para estampar el empate.

El mérito fue de Ibarbo, quien arrancó en el círculo central una progresión hermosa, dejando casi parados a Marchisio y De Ceglie. El colombiano luego entregó para Larrivey y se fue al área a buscar la descarga, Bonucci logró anticiparse pero dejó el despeje corto, justo para que Cossu despachara un impresionante zurdazo que se metió cerca del palo a la derecha del inculpable Buffón.

Juventus sintió el golpe y, por cerca de un cuarto de hora, no pudo reaccionar. Cuando se recuperó, apareció el mismo bajón físico que se había apreciado en Lecce en el partido anterior. En efecto hasta Lichtsteiner, de todas maneras figura del partido, erró algunos controles aparentemente muy simples, síntoma claro de piernas pesadas.

Cuando las piernas están pesadas las ideas se vuelven confusas y Juventus, a pesar de los cambios de Conte, que remplazó todo el tridente ofensivo poniendo a Del Piero, Krasic y Borriello por Matri, Pepe y Vucinic, atacó con ganas y voluntad pero sin la necesaria claridad.

En ese marco, ante un Caglari que había demostrado su voluntad de defenser el empate con el ingreso de Ariaudo, un defensor, por el atacante argentino Larrivey, la Vecchia Signora nunca pudo ser clara y sólo sumó un par de ocasiones de gol.

En la primera, jugada de pelota parada, el línea no vio el off side de Del Piero y éste pudo cabecear a quemarropa, pero Agazzi, con un reflejo extraordinario, ahogó el grito de gol del ídolo bianconero. Luego, en el final, Krasic, quien el año pasado ante este mismo rival había sido el héroe con un triplete, desperdició de manera increíble la única buena jugada colectiva del equipo en toda la segunda etapa.

En suma, Conte se fue con un sabor agridulce: su Juventus estableció un récord histórico pero perdió una buena oportunidad para ponerle presión a los dos milaneses. En cambio, Milan con un triunfo sería único puntero y con un empate la alcanzaría en la tabla, mientras que en caso de victoria nerazzurra Inter se encontraría de golpe a tan sólo seis unidades de la punta, es decir plenamente en carrera puesto que aún faltan 20 fechas.

Claro que las piernas pesadas son el producto del duro trabajo que Conte pretendió en la mini pretemporada de Navidad y entonces pronto Juventus volverá a correr como antes, pero el hecho de no haber podido despegarse de los rivales, a pesar de una racha invicta tan larga, es algo que Juventus podría lamentar en el futuro.

La figura de ESPNdeportes.com: Stephan Lichtsteiner (8)

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