Gracias al único gol del partido, anotado por Diego Milito, Inter le ganó en el estadio San Siro a Milan por 1 a 0, dejándolo al Diávolo segundo con 37 unidades y aguantando la quinta posición, que ahora ocupa con 32 puntos a seis desde la cima.
El resultado no fue muy justo, porque quizá un empate hubiese reflejado de manera más fiel lo que se vio en la cancha, pero el conjunto de Ranieri no robó absolutamente nada y, al revés, argumentó su triunfo también con un gol injustamente anulado en el primer tiempo.
En efecto, esa ocasión fue la primera emoción de un desafío poco intenso y muy trabado: Maicón puso un centro desde la derecha, en jugada de tiro libre, Thiago Motta anticipó al primer palo y cabeceó adentro, pero el juez de línea vio el off-side de otro jugador y señaló erróneamente la posición adelantada.
Milan reaccionó al buen principio de su rival y se adueñó de la maniobra, pero su fútbol fue demasiado lento como para abrir espacios en la defensa nerazzurra, de manera que se reveló bastante estéril.
Además, Pato e Ibrahimovic se vieron poco inspirados y, a menudo, cuando lograron inventar algo les faltó siempre el último toque, desperdiciando sus rara llamaradas. A todo eso, Allegri le dio una grande ventaja a Inter, jugando con Emmanuelson en posición de enganche: el holandés jugó horrible, como en casi todos los desafíos disputados en rossonero, y demostró una vez más que no tiene las capacidades para jugar en la posición que debería encarnar la ideología del fútbol elegante, la del "diez".
El juego se trabó mucho en el medio, especialmente porque Zanetti y compañeros se concentraron exclusivamente a defenderse. Por encima, el referí demostró una pésima administración de las tarjetas, lo que produjo que el juego se ensuciara un poco en algunos tramos.
Al final, el primer tiempo ofreció sólo dos ocasiones más: primero Alvárez recibió por el segundo palo un centro desde la izquierda de Nagatomo, pero tras pararla bien de derecha se dejó recuperar la posición por Nocerino, quien le tocó el balón y le hizo morder el remate que puso ser tapado por Abbiati.
Luego, justo en los últimos actos de los primeros 45 minutos, Pato se escapó bien por derecha y se la tocó bárbaro a Van Bommel, quien llegó a toda corrida por el carril del diez y desde la media luna estampó el balón en el travesaño, con Julio césar ya vencido.
En el rebote, el portero interista se demostró muy reactivo, tapando un remate en acrobacia de Emmanuelson que parecía colarse a lado del poste a su izquierda, pero que él terminó desviando al córner con una gran atajada.
En el complemento Allegri no quiso hacer cambios y el guión no cambió: su equipo siguió jugando con una maniobra fluida pero estéril e Inter continuó a esperar atrás para salir de contra.
En este tipo de partidos suele pasar que un golpe de genio o un error definan el resultado en favor de un equipo o de otro: en esta ocasión, fue un poco de ambos, porque al noveno minuto Zanetti (el mejor del enfrentamiento por corazón, cantidad, determinación y aporte total a su equipo) se demostró muy hábil en escaparse por derecha al pésimo Zambrotta, para picar por el medio, gambetearlo a Van Bommel y abrir hacia la izquierda para Milito.
Sin embargo, al mismo tiempo la jugada se concretizó gracias a un clamoroso error de Abate (arruinó un partido excelente con ese yerro), quien buscó el anticipo y pifió de manera bochornosa el esférico.
Así, el Príncipe pudo irse mano a mano y antes de que el marcador de punta rossonero recuperara la clavó al otro palo con un diagonal rasante quirúrgico, que tocó el palo y se mandó a guardar en el fondo de la red, entre la explosión de gritos de la hinchada nerazzurra.
Milan no supo cambiar paso para reaccionar y, en realidad, inicialmente sufrió un poco, arriesgando el 2 a 0 cuando Nagatomo remató desde buena posición, pero lo hizo de manera demasiado central.
De todas maneras, ese fue el último susto que dio Inter, antes de encerrarse nuevamente, esta vez realmente con todo, para defender con uñas y dientes el resultado.
Milan, en ese marco, tuvo sus chances para igualar, casi siempre gracias a los pocos episodios en los que Ibrahimovic se mostró como sabe, pero en una ocasión tapó muy bien Julio César, mientras que en otra fue Pato quien falló tropezándose desde pocos pasos de distancia.
También Seedorf, entrado en los últimos diez minutos, tuvo una buena ocasión, cuando sacudió un sablazo desde afuera que lo exigió al portero rival. Sin embargo, lo mejor el Diávolo lo mostró cuando entró El Shaarawy por Pato: el joven delantero, recién ingresado, lo habilitó a Robinho, quien primero falló malamente el mano a mano, rematando encima del arquero nerazzurro, y después, en la prosecución de la jugada, pifió el balón en el área chica tras una gran torre de Ibrahimovic.
Al final, Milan no pudo con Inter y terminó por quedarse sin un triunfo en los cinco enfrentamientos directos disputados en esta ronda de ida: en efecto, empató de local ante Udinese y Lazio, perdió en San Siro este partido contra Inter y de visita cayó tanto ante Juventus cuanto contra Nápoli.
No caben dudas de que Allegri está desilusionando mucho este año y sus decisiones, a menudo, se demostraron muy negativas para su equipo, especialmente en los partidos contra los grandes.
Los nerazzuri, en cambio, cortándole las piernas a los campeones en carga y máximos candidatos para el título, se metieron nuevamente en le pelea para el Scudetto (gracias también al empate de Juventus) y lucen tener buenas chances de pelearse el título hasta la última jornada, de manera totalmente inesperada puesto el pésimo inicio de campaña.
La figura de ESPNdeportes.com: Javier Zanetti (8)
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