Con goles latinos de Maurcio Pinilla (de penal) y Abel Hernández, Palermo le ganó en casa a Lecce por 2 a 0, de manera que, ahora, los rosanegros ocupan la sexta posición junto a Cagliari, ambos con 13 unidades, mientras que los rojoamarillos se quedaron anteúltimos con 4 puntos.
El partido empezó con un grande equilibrio: los locales dominaron el balón, con una maniobra algo lenta pero muy precisa, mientras que los muchachos de Di Francesco se concentraron sobre todo en defensa, cuidando muy bien su arco pero renunciando demasiado al balón.
Así, a mediados de etapa, la visita pagó comprensiblemente su actitud demasiado pasiva, cuando los sicilianos lograron desahogar en vertical su posesión para premiar un gran pique por derecha de Hernández, quien entrado en área fue claramente bajado por Tomovic.
Pinilla se presentó desde los once pasos y no falló, transformando la máxima pena en el tanto del 1 a 0, que cambió totalmente el partido, puesto que, desde ese momento, Palermo encontró muchos más espacios para atacar poniéndole un poco de pimienta al desafío.
También los rojoamarillos se asomaron, claramente, en la búsqueda del empate, y si bien siguieron cuidándose mucho para no descubrirse, supieron mostrarse peligrosos en algunas ocasiones. Lo bueno hecho por Lecce fue evidenciado por el entrenador local, quien exigió tanta atención en fase defensiva por parte de los delanteros, que en el entretiempo terminó por sacarlo a Pinilla, de gran labor, para poner un segundo enganche para cubrirse mayormente.
El complemento no fue muy diferente del primer tiempo, aún que se vieron más ocasiones de gol. Cuadrado, el mejor de la visita (si bien estuvo demasiado egoísta) tuvo en sus pies un par de chances para el 1 a 1, pero también por mérito de la defensa rosanegro, el colombiano no pudo anotar.
Palermo siguió dominando el trámite, pero en la segunda etapa maniobró un poco más abajo, para crear mayores útiles a las contras. Así, a la media hora, Barreto cortó muy bien sobre el circulo central y le dejó ahí el balón a Zahavi, quien dialogó muy bien con Hernández para recibir en el área el pase de retorno y, amagando el remate, asisitirlo nuevamente al uruguayo, quien se demostró hábil en controlar y rematar con velocidad para clavarla de zurda a lado del poste a la izquierda del portero rival.
En el último cuarto de hora, Palermo tuvo un par de claras ocasiones para poner hasta el tercero (que hubiese sido injusto), pero también la visita tuvo sus buenas chances para descontar (un gol de diferencia hubiera sido más justo). Pero no cambió más nada y los rosanegros pudieron festejar un 2 a 0 que ratifica su gran poder cuando juega entre los muros del Barbera.
La figura de ESPNdeportes.com: Abel Hernández (8)
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