Parma, de visita a Torino en el estadio Olímpico de esa ciudad, venció por 3 a 1 en esta novena fecha gracias a los goles de Nicola Sansone, del brasilero Amaurí y de Aleandro Rosi, descuento sobre el final de Migjen Basha.
De esta manera, los azul y oro suman 12 unidades y se treparon al séptimo escalón de la clasificación, mientras que el Toro, parado con 9 puntos, comparte con Genoa, Udinese y Atalanta la doceava plaza del torneo.
Como esperado, el partido fue emocionante pero las defensas cumplieron con un gran deber, impidiéndole a los ataques de tener vida fácil, cuanto menos hasta que los equipos jugaron 11 contra 11.
Al inicio estuvo muy bien el local, que impuso su proprio juego y se mostró con peligro en más de una ocasión, si bien terminó por chocar prácticamente siempre en la solida defensa emiliana.
Parma, paulatinamente, logró asomarse, especialmente gracias a un par de contras excelentes de Biabiany, quien dos veces lo dejó a Amaurí en condiciones de anotar, la segunda de manera clamorosa, pero el brasilero falló mal disparando arriba del travesaño.
Esas jugadas "asustaron" un poco a los granates, que inevitablemente pasaron a cuidarse un poco más; de esa manera, el partido se trabó un poco y en el último cuarto de hora de la primera etapa se vieron sólo una serie de amonestaciones entre las cuales la de Gianluca Sansone.
Esa amonestación pesó muchísimo en el desafío porque, al 53º, el mismo Sansone entrando por derecha intentó gambetearlo a Paletta y, no obstante el defensor argentino se corriera evidentemente para no tocar a su rival, el granate "voló" al piso, simulando teatralmente. El referí, justamente, le mostró la segunda amarilla y Torino se quedó con hombre menos.
Poco más tarde, el referí no fue tan justo y preciso, cuando Lucarelli cometió una clara falta táctica en el medio de la cancha, que merecía la amarilla, que hubiese sido la segunda, pero el referí dejó correr, cobrando la falta sin decidir ninguna sanción.
Donadoni se apuró a cambiar a su defensor, aprovechando la ocasión para aumentar el peso ofensivo de su equipo con la entrada de Sansone. El destino, que sabe ser irónico, quiso que el otro Sansone, el azul y oro, a menos de diez minutos de su ingreso controlara muy bien un balón en el área con el muslo, entrando a toda velocidad, y lo mandara a guardar con un remate inapelable.
Menos de 120 segundos más tarde llegó el 2 a 0, con un gran centro desde la derecha de Marchionni y cabezazo ganador de Amaurí. El desafío se terminó ahí y, en efecto, los goles de Rosi (desviación sobre la línea tras centro bajo de Biabiany, la figura del match) y de Basha sobre el final sirvieron nomás para vestir el marcador.
La figura de ESPNdeportes.com: Jonathan Biabiany (8)
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