En el estadio Olímpico de esta capital, gracias a los goles de Erik Lamela y Michael Bradley, Roma le ganó por 2 a 0 a Atalanta en uno de los desafíos de la séptima fecha de la clasificación.
Con este resultado, la Loba se trepó momentáneamente en soledad en el quinto escalón de la clasificación (podría ser alcanzada por otros tres cuadros), que ocupa con 11 unidades, mientras que los negroazules se quedaron parados con 5 puntos y en este momento comparten con Palermo el anteúltimo escalón del campeonato.
Los giallorossi bajaron sin Burdisso, De Rossi ni Osvaldo, los tres sentados en el banco, y a lo largo del encuentro tuvieron tres fases muy diferentes entre ellas: al inicio sufrieron muchísimo la iniciativa de la visita, que a pesar de las muchas ausencias jugó muy bien y creó en 16 minutos cuatro clarísimas ocasiones de gol.
Primero Schelotto lo dejó a Denis solo adelante del portero, pero Stekelenburg atajó muy bien y luego salvó Marquinhos, despejando con el arco libre. Luego otra vez más el arquero local fue protagonista, para sacar un cabezazo a quemarropa.
En las dos jugadas siguientes, sin embargo, el holandés puso sólo mirar el esférico, que antes se perdió por el fondo, saliendo por cuestión de centímetros, tras un remate de Denis desde excelente posición, mientras que más tarde Moralez desvió desde pocos pasos y tuvo la mala suerte de que la pelota se estampara en el travesaño.
El partido, pasada esa chance, entró en otra fase, en la que Atalanta seguía dominando el juego pero no lograba más crear ocasiones de gol, mérito también de los dos centrales giallorossi, Castán y Marquinhos, entre los mejores del desafío.
A la media hora exacta llegó el episodio que cambió definitivamente el match: Lamela controló en posición de diez, apenas por izquierda, y se la tocó a Totti, parado pocos metros más adelante, algo por derecha. El capitán amagó el remate y en cambio dibujó un gran toque fino por arriba de la defensa adversaria, para premiar el corte del argentino y cerrarle la pared: Lamela controló bien pero luego, a la hora de definir, tocó horrible, con la canilla en vez que con el pie, y sin embargo logró anotar lo mismo, con el balón que se metió cerca del palo picando despacito.
Con la ventaja, Roma se quitó los nervios y el miedo de encima y empezó a jugar bastante bien, creciendo paulatinamente. Así, sin arriesgar más nada, ya en la primera etapa rozó el segundo, con otra buena jugada y una excelente asistencia de Lamela (figura del match) para Destro, pero el delantero, con tiempo y espacio para acomodarse, le pegó de derecha demasiado central y por encima apenas alto, astillando el travesaño.
En el complemento los locales empezaron como cerraron los primeros 45 minutos, es decir jugando muy ordenados y aprovechando bárbaro de toda la amplitud de la cancha para crear peligros.
Además, gracias a la insistencia de Zeman, todos los volantes (no sólo el fenomenal Florenzi) empezaron a meterse al área o a subir por las franjas y así, la 17º, llegó el 2 a 0, cuando Bradley le hizo perfecto un juego de cadenas por izquierda a Destro y fue a buscar el rebote del portero tras el remate de su compañero, para anotar de tap-in su primer tanto romanista.
El 2 a 0 le puso aún más en bajada el trámite a la Loba, que sin embargo le había regalado el descuento a Denis al minuto 29, cuando toda la defensa subió olvidándose que Piris se había quedado atrasado (inevitable tras un cierre sobre la franja) y el Tanque pudo recibir solo en el medio del área para meter el 1 a 2. Por suerte de Roma, el juez de línea cometió un grosero error y señaló un inexistente off-side.
Atalanta terminó la gasolina y sobre el final el local hubiese podido meter también el tercero, pero un resultado más abundante hubiese sido realmente injusto, considerando también que el 2 a 0 no le rinde justicia a un buen Atalanta.
El equipo de Colantuono tuvo el demérito de no pasar en ventaja en su mejor memento, mientras que los capitalinos estuvieron muy bien en la gestión de la ventaja, resultado que alcanzaron sin mérito y sólo gracias al talento de sus mejores jugadores. Esto significa que el cuadro necesita crecer aún mucho.
La figura de ESPNdeportes.com: Erik Lamela (8)
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