En el fútbol suele decirse "técnico que debuta gana": así fue para Eugenio Corini, quien debutó como entrenador de Chievo y ganó en el Bentegodi ante Sampdoria por 2 a 1, gracias a los goles de Cyril Thereau y David Di Michele, a pesar del momentáneo empate de Enzo Maresca.
Así, en la espera de todos los otros encuentros de la séptima jornada de la Serie A, los dorianos se quedaron con 10 puntos y siguen quintos con 10 puntos, mientras que los de Verona atraparon momentáneamente a Parma y Udinese en el decimocuarto escalón de la clasificación, que los tres comparten con 6 unidades cada uno.
No fue un partido entretenido, pero el resultado fue sin dudas justo, si bien fruto de una buena dosis de suerte, considerando que el local anotó sus dos goles cerca del final de cada etapa, por encima el segundo gracias a un pato terrible de Romero.
En el primer tiempo los dos cuadros se vieron algo cerrados y se concentraron más en no conceder que en crear. En eso, se vio que el cambio de banco en el club azul y oro tuvo el poder de despertar a un equipo que se veía apagado y sin ganas.
También tácticamente algo cambió, porque Chievo jugó con dos delanteros muy abiertos y un enganche que así encontraba siempre el espacio para ponerse por el medio, a menudo parándose entre líneas y creando así un nuevo espacio para los cortes de los atacantes que llegaban a esa altura desde los laterales. Además, el equipo se partió voluntariamente en dos en más de una ocasión, con cinco jugadores que atacaban y otros cinco que se quedaban atrás para defender.
A todo eso, los blucerchiati fueron bastante amarretes y desilusionaron con una actitud poco valiente y un fútbol casi sin ideas. De todas maneras, tácticamente estuvieron muy bien en fase defensiva y de no ser por un error de los dos centrales al segundo minuto de descuento de la primera etapa, se hubiesen ido al entretiempo con un 0 a 0 en el marcador.
En esa ocasión Costa y Rossini le dejaron demasiado espacio a Thereau para meterse entre los dos, tras haber recibido una buena pared de Rigoni, y escaparse así solo contra Romero, para definir con caldid tras un buen amague que lo sentó al portero.
Vale la pena subrayar que esa era la segunda vez que Chievo se podía escapar de contra después de un córner muy mal tirado por parte de Maresca. El volante, sin embargo, se rescató al cuarto de hora del complemento, ejecutando muy bien un tiro libre a unos cinco metros desde el área, algo por izquierda, clavándola con su derecha.
Ese tanto llegó en el mejor momento del local y, claramente, tuvo el efecto de trabar nuevamente el desafío, que parecía destinado a terminar así. Sin embargo, tras casi media hora de poco espectáculo, Di Michele controló en posición de diez, se ganó un poco de espacio y sacó un derechazo, que parecía inocuo porque muy central y débil. Pero Romero, tras haber prácticamente atrapado el esférico con las dos manos, en toda seguridad, se dejó escapar increíblemente el balón, que terminó por meterse picando en su proprio arco.
Así, Chievo pudo regresar a sumar tras cinco derrotas consecutivas y empezó de la mejor manera la nueva aventura con Corini, mientras que Sampdoria terminó por pagar a caro precio una actitud demasiado amarga, algo que no corresponde (o no debería corresponder) a las posibilidades del equipo de Ferrara.
La figura de ESPNdeportes.com: Cyril Thereau (7.5)
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