En un partido de la séptima fecha del campeonato italiano de fútbol, disputado en el estadio Artemio Franchi de Siena, Juventus venció al equipo local por 2 a 1. Andrea Pirlo puso arriba a la Vecchia Signora, Emanuele Calaió igualó transitoriamente y Claudio Marchisio cosechó los tres puntos.
Puntos fundamentales, que le permiten a Juventus alcanzar los 19 totales y garantizarse la primera posición en la tabla; si en soledad o en condominio con Nápoli, eso se sabrá luego del posticipo entre los celestes y Udinese. Siena, por su parte, sigue teniendo 2 unidades (pagó 6 de penalización) y ocupando el último lugar en la tabla.
El partido fue muy polémico y condicionado fuertemente por el pésimo arbitraje del señor Mazzoleni, especialmente en la primera etapa, cuando pitó prácticamente siempre en favor de Juventus y, sobre todo, le perdonó dos veces consecutivas la vida a Chiellini, ya amonestado.
De cualquier manera, Juventus fue más que el rival y, desde el punto de vista del juego, el triunfo fue correcto. En la primera etapa, mucho más equilibrada, a la Madama le costó encontrar el camino hacia el arco rival y, las pocas veces que lo hizo, chocó contra la figura de la cancha, el arquero Pegolo.
Al final, Juve logró ponerse arriba sólo gracias a la inteligencia de Pirlo, quien en ocasión de un tiro libre desde unos 20 metros, amagó, constató que la barrera saltaba y entonces ejecutó a raz del piso, adivinando el ángulo bajo a la izquierda del Pegolo.
Pero Siena respondió con vehemencia, a pesar de la decisiones siempre en su contra del referí, que inclusive provocaron la expulsión por protestas del entrenador Serse Cosmi. El empate llegó gracias a una corrida de Angelo por derecha: su centro perfecto encontró a Calaió por el segundo palo, listo para cabecear al gol.
En la segunda etapa, todo cambió: el ingreso de Asamoah por De Ceglie le dio a Juventus mucha más propulsión ofensiva y el partido se disputó prácticamente a mano única, también porque cada vez que Siena pretendía salir, Mazzoleni le cobraba algo en contra.
Así, la etapa fue un verdadero asedio y se ergió cada vez más alta la figura del arquero Pegolo, autor de una serie impresionante de intervenciones salvadoras. Conte, sin embargo, quiso los tres puntos y, luego del ingreso de Quagliarella por Marrone, terminó jugando con dos defensores (Barzagli y Chiellini), Pirlo delante de ellos, cuatro volantes y tres delanteros.
De cualquier manera, el gol llegó en jugada de pelota parada: Giovinco sacó un córner corto, la pelota volvió a él y luego viajó al área, donde Chiellini, justo el que no debía estar en la cancha, de cabeza la bajó hacia el centro del área, donde llegaba a la carrera Marchisio. El volante, noveno anotador del torneo para Juventus, le pegó de derecha y fuciló a Pegolo.
Faltaban pocos minutos y ahí el partido se acabó, máxime porque Juventus fue muy hábil para "congelar" el trámite, con la ayuda otra vez de Mazzoleni, que cobró por lo menos 8 faltas en los 4 minutos de recupero, algo realmente insólito.
Juventus ganó y extendió su invicto a 46 partidos, pero el equipo no luce brillante y sufre en partidos en los que no lo hacía en la triunfal temporada anterior. Además, no siempre encontrará un referí tan evidentemente favorable.
Siena, por su parte, fue demasiado pasivo en la segunda etapa, pero realmente los jugadores fueron admirables, porque lograron no perder la calma ante tanta injusticia y se defendieron con uñas y dientes hasta el final. Además, Rosina tuvo un par de chances clarísimas de contra, que desperdició de manera increíble: jugando así, Siena debería poder salvarse, más allá de la penalización.
La figura de ESPNdeportes.com: Gianluca Pegolo (9)
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