En el estadio Olímpico de la capital italiana, Roma venía ganando 2 a 0 ante Udinese con un gran doblete de Erik Lamela, pero por segunda vez en este campeonato se dejó remontar adelante de su propia hinchada, para perder 3 a 2 con goles de Maurizio Domizzi y Antonio DI Natale, quien anotó dos, el segundo de penal.
De esta manera, al final de la novena fecha de la Serie A, la Loba se encuentra sexta con 14 puntos, mientras que los friulanos se arrimaron mucho, atrapando a Parma en el séptimo escalón que ambos comparten con 12 unidades cada uno.
Así como nos tiene acostumbrados el conjunto de Zeman, el partido fue increíble en todos los sentidos, tanto porque fue apasionante y entretenido cuanto porque resulta difícil creer que los capitalinos se hayan dejado remontar otra vez más en casa una ventaja de dos goles.
Al principio Udinese bajó bien y puso un poco en dificultad a los locales, especialmente con el recurso de una presión alta y muy bien estudiada. Sin embargo, gracias a la gran labor de Totti y De Rossi, que se mostraban mucho en su propia mitad de la cancha para administrar las salidas, el equipo giallorosso encontró rápidamente la manera de evadir a esa jaula para salir con buen fútbol y mucha velocidad.
En esos minutos estuvo bárbaro Dodó, quien dialogó bárbaro con su capitán y llegó a menudo hasta el fondo, creando la primera grande chance de gol con un centro perfecto para la cabeza de Lamela, quien falló la definición desde una excelente posición.
Roma empezó a jugar de manera hermosa, dominando a su adversario en toda la cancha y moviendo el esférico a toda velocidad y por encima con grande calidad. Así, el local empezó a crear muchas ocasiones que encontraron la natural conclusión en el gol de Lamela al minuto 20, quien se dejó perdonar el yerro anterior con un golazo, sentando al arquero con un gran amague y definiendo desde una posición casi imposible.
Más o menos 100 segundos más tarde, Totti metió un cuchillazo genial, Osvaldo se metió algo por izquierda y, en cambio de rematar como esperado, dibujó un centro perfecto para Lamela: el argentino, esta vez con el arco libre, metió un cabezazo de palomita y esta vez no falló, hundiendo a Udinese.
El partido estaba para la goleada y Roma rozó el tercero en más de una ocasión, en una con una jugada increíble en la que Lamela lo habilitó a Osvaldo, pero el "nueve" argentino no logró concretizar la situación.
Udinese, inesperadamente, encontró la energía para reaccionar y empezó a jugar muy bien, cuanto y hasta más que la Loba: ajustó la defensa, metió algunas grandes jugadas, rozó el descuento con una grande ocasión para Di Natale, en la que Stekelenburg tuvo que pasarse para salvar a su equipo, y al final, al 32º, metió el 1 a 2.
En la ocasión, en jugada de pelota parada, Osvaldo fue protagonista en negativo, bajándole el balón en el medio del área a Domizzi, quien no recambió el favor y, al revés, lo aprovechó para acorchar las distancias.
El partido se puso muy equilibrado y los bianconeri amenazaron el empate, entre las otras chances con una jugada bellísima, toda de primera, con un disparo de Di Natale apenas a lado, mientras que los giallorossi lograron reencontrar algo de coraje solamente cerca del final de etapa, sin pero lograr crear ningún peligro serio.
Roma se fue al entretiempo con miedo, a pesar de estar en ventaja, y esos nervios se vieron al inicio del complemento, cuando el equipo bajó para atacar con todo pero sin inteligencia e ideas sino tirando el balón para adelante con mucha confusión. Así, al quinto minuto Totti metió un pase a la nada, Pereyra se fue de contra y lo habilitó a Di Natale, quien disparó encima de Stakelenburg.
El rebote, sin embargo, le quedó ahí a Maicosuel, quien cerrado de manera horrible por Tachtsidis alcanzó a tocar para Armero: el remate mordido del colombiano se transformó en una asistencia para Di Natale, quien tocó de manera genial con el externo, en media vuelta hacia atrás, para tocar cuanto alcanzaba para superar al arquero holandés.
Roma sintió el golpe, pero luego un periodo de confusión logró organizarse y salió nuevamente al ataque con todo, encerrando a Udinese en su propia mitad de la cancha. Sin embargo, los locales no lograron anotar, debido también a una buena dosis de mala suerte.
Sobre el final, el equipo giallorosso terminó por descubrirse y conceder contras a la visita, culpa sobre todo de los dos centrales que se quedaban demasiado abajo, sin protección por parte de su compañero griego. Así, al 42º, Pereyra entró en el área y se fue al piso, tirándose cuando Castán llegaba. El referí no cobró pero el juez detrás del arco le dijo que había penal.
Di Natale se presentó desde los once pasos y, con un penal a la "Panenca", convirtió el 3 a 2. En lo que quedó del encuentro Roma perdió la brújula, tanto que Tachtsidis se dejó expulsar por aplaudirlo al referí, dejando su equipo con hombre menos.
La figura de ESPNdeportes.com: Antonio Di Natale (8.5)
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