Gracias al único gol del partido, anotado por Jonathan Biabiany, Parma le ganó de local a Bologna en el Tardini por 1 a 0 y, de esta manera, demostró ser el "mejor de los chicos".
En efecto, los azul y oro terminaron el campeonato séptimos junto a Roma, ambos con 56 puntos, mientras que los rojoazules se quedaron novenos con 51 unidades, por el momento en soledad.
El partido fue muy trabado porque, diferentemente de cuanto podíamos esperarnos, los dos cuadros se vieron algo cansados y jugaron especialmente para no perder, más que para ganarlo.
Ramírez y Giovinco brillaron pero sólo con llamaradas, a menudo demasiado lejos del arco como para ser decisivos y, en ese marco, hay que considerar que ambas defensas cumplieron con una labor excelente, limitando a sus rivales. Entre todos sobresalió Paletta: el argentino no falló un balón, le tuvo frente a Di Vaio, supo jugarle de anticipo a Diamanti y fue sin dudas el mejor del partido.
Como suele pasar en este tipo de enfrentamientos, fue una jugada de pelota parada la que decidió el resultado. Lo inesperado fue el nombre del goleador, es decir Biabiany. El hecho es que el francés, al minuto 37, conectó con un gran cabezazo el buen centro de Valdés, desde tiro de esquina desde la derecha, anticipando sus rivales en el juego aéreo y definiendo con un frentazo en puro estilo "nueve de área", un golpe inesperado por parte de un jugador con sus características que no nos tiene acostumbrados a este tipo de tantos.
Se contaron en el resto del partido otras buenas chances de gol, pero la ocasión más clara para anotar la tuvo nuevamente el local, otra vez en el desarrollo de una jugada de tiro de esquina, pero en esta ocasión Lucarelli, desde excelente posición, quiso colocarla pero terminó por disparar encima de su proprio compañero Zaccardo, desperdiciando el posible 2 a 0.
Al final, gracias aun buen control y a su grande atención táctica, Parma pudo quedarse con los tres puntos, alcanzó la racha de siete triunfos consecutivos, ocho victorias en las últimas nueve fechas, y de no ser por algún punto que le quitaron injustamente por el camino (como contra Genoa o Nápoli) se hubiese podido clasificar a la Europa League y, quizás, hasta en Champions.
Realmente una gran campaña la de los azul y oro, que le da su justo reconocimiento a la sociedad, por el buen trabajo cumplido para construir un plantel muy competitivo, al entrenador Donadoni (protagonista de un gran trabajo) y al fenómeno Giovinco, justamente presente entre los 32 convocados por parte de Prandelli, en la espera de que la lista se achique hasta 23..
Por parte de Bologna, para subrayar el adiós al fútbol italiano por parte de Di Vaio (jugará en Canadá) y el buen campeonato de los rojo y azul, que mostraron buen fútbol, no perdieron contra ninguno de los primeros de la tabla y terminaron a pocos puntos desde grandes equipos como Inter, Roma y Nápoli.
La figura de ESPNdeportes.com: Gabriel Paletta (8)
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