Con goles de Gökhan Inler y Lorenzo Insigne, Nápoli le venía ganando a Milan en el estadio San Paolo, pero la visita remontó gracias a un doblete de la gran figura, Stephan El Shaarawy.
Con este resultado, en la espera de todos los otros partidos de la jornada 13 del campeonato, el Burro atrapó momentáneamente a Inter en el segundo escalón, que ambos comparten con 27 puntos, mientras que los rossoneri ahora suman 15 unidades y se paran junto a Cagliari y Udinese en décima posición.
Finalmente, se volvió a ver un buen Diávolo, que bajó muy concentrado desde el primer minuto, movió con velocidad e ideas el balón y, sobre todo, corrió y luchó mucho, poniendo el corazón.
Sin embargo, el match se le torció enseguida a los milaneses, cuando al cuarto minuto Inler sacudió un remate desde la distancia sin grandes pretenciones, pero Abbiati se dejó engañar por un leve cambio de dirección y se dejó anotar el 1 a 0, con un pato terrible.
Milan siguió jugando como al inicio, intentando hacer el gasto y empujando mucho, tanto que logró poner en seria dificultad a los celestes, especialmente con la posición de Boateng, quien parado muy largo por derecha lo obligó a Zúñiga a jugar prácticamente en la línea de la defensa.
Pero el ataque fatigaba a crear peligros y concretizar la mole de juego y, a la media hora, otra vez la defensa traicionó: Maggio gozó de demasiado espacio por derecha y también por el medio Insigne, quien recibió el centro bajo con el tiempo de controlarla, acomodarse y rematar. Al error de la retaguardia visitante se sumó la suerte, porque el esférico se desvió en Acerbi y le pasó por abajo de las piernas a Abbiati.
El Diávolo sintió ese segundo golpe y arriesgó hundirse, concediendo una clara ocasión para el 3 a 0, pero Insigne le hizo la gracia al desperdiciar un mano a mano buscando un pase al medio para Cavani que Mexés, en anticipo, logró despejar.
Sin embargo, cuando faltaba apenas un minuto al final de la primera etapa, De Sciglio subió por derecha y tocó hacia la media luna para El Shaarawy: "el Faraón", quien se había movido muy bien por el carril del diez, conectó de primera intención y sacó de la galera un disparo alto, cruzado y con comba que se metió en el ángulo más lejano, cerca del cruce de los postes a la derecha de De Sanctis.
El descuento fue como "el maná" desde el cielo, porque Milan recuperó coraje, confianza y energías, para regresar en el complemento con el buen juego de la primera media hora. Así, los rossoneri lograron empujar mucho e hicieron sufrir físicamente a los locales, que paulatinamente se apagaron y concedieron cada vez más, sin lograr crear muchas ocasiones de contra, si bien algo hicieron y los milaneses corrieron un par de riesgos.
Pero las mejores ocasiones fueron de la visita, que sin embargo no lograba empatar, especialmente por culpa de los errores de Bojan a la hora de definir la jugada. Así, otra vez más tuvo que salir El Shaarawy para resolver los problemas del Diávolo.
El joven delantero, esta vez, se movió perfecto por izquierda, cortó con los tiempos justos y recibió un gran cuchillazo de Robinho, conectando otra ves de primera intención pero esta vez colocándola con el interno de su pie derecho a la izquierda del arquero, con un disparo rasante.
Poco más tarde el conjunto rossonero tuvo una jugada muy parecida a la del 2 a 2, con la que podía anotar el tercero y así ganar el encuentro, pero Nocerino tardó el pase y El Shaarawy, a pesar de haber frenado y de haberse movido con inteligencia, quedó adelantado y la chance se fue en humo.
De esa manera los equipos igualaron, en un partido que Nápoli tenía en sus manos y tiró pero que Milan no merecía perder y, en realidad, hasta podía ganar.
La figura de ESPNdeportes.com: Stephan El Shaarawy (8.5)
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