En la onceava fecha de la Serie A italiana, Inter interrumpió la invencibilidad de Juventus, que duraba desde 49 partidos, a vencer por 3 a 1 y expugnar así por la primera vez el Juventus Stadium.
Los bianconeri se habían puesto en ventaja con un gol de Arturo Vidal, pero un doblete de Diego Milito, el primero de penal, y un tanto de Rodrigo Palacio dieron vuelta el resultado y decidieron el match en favor de la visita.
De esta manera, la Vieja Señora mantiene la primera posición, pero se quedó con 28 puntos y ahora se ubica a apenas una distancias desde los nerazzurri, que se acercaron alcanzando las 27 unidades.
Esta vez al equipo de Conte no le alcanzaron los errores del referí y de sus colaboradores, porque chocó contra un Inter de grandísimo nivel que dominó el encuentro y mereció vencer.
Pero vayamos con orden: el encuentro se abrió con el saque desde el centro del local, que sin dejarle tocar el balón a su rival armó una jugada espectacular, jugando casi siempre de primera, y en 18 segundos metió el 1 a 0, con un centro bajo desde la izquierda de Asamoah y el toque ganador de Vidal.
Sin embargo, también la jugada defensiva de los nerazzurri había estado muy bien, tanto que la línea trasera subió con un "timing" perfecto dejando en evidente posición adelantada a Asamoah; un off-side que sólo el juez de línea no vio, favoreciendo así la ventaja juventina.
Claramente, la visita sintió un poco el golpe, poniéndose algo nerviosa también por la injusticia, y así Juventus pudo imponer su fútbol, jugando algo mejor que los milaneses y creando dos clamorosas ocasiones de gol con Marchisio.
Pero los bianconeri se apagaron rápidamente o, más bien, Inter se recuperó con velocidad. En efecto, de un minuto para el otro Inter levantó el ritmo y empezó a aplicar todos los "dictat" de Stramaccioni, es decir la presión constante sobre Pirlo por parte de uno entre Palacio o Milito, los triángulos sobre las franjas para favorecer las subidas de los aleros y la enorme movilidad de la delantera, que no le dio referencias a la defensa rival y hasta obligó Lichtsteiner, a menudo, a jugar prácticamente como marcador de punta.
Así, primero al minuto 20 Palacio igualó, pero el juez de línea anuló justamente por una posición adelantada milimétrica pero existente. Luego, al 20º, Cassano rozó un golazo con un gran disparo desde el límite del área, que salió susurrando al palo sus anhelos de meterse adentro.
Entre el minuto 30 y el 34 hubo dos episodios muy importantes en el encuentro: primero Lichsteiner se levó una amarilla por una falta muy dura, derrumbando totalmente a un rival en una jugada casi de rugby. Más tarde el mismo jugador suizo entró muy duro sobre Palacio, con la pierna alta y afuera de tiempo: el bianconero merecía la segunda amarilla, pero el referí no se la mostró, a pesar de todas las protestas de los milaneses.
Conte y su colaborador Alessio "admitieron" la culpa del referí, casi avergonzándolo adelante de toda la cancha, optando aún en el primer tiempo, al 37º, por la salida de Lichtsteiner (entró Cáceres).
El final de la primera etapa estuvo aún más nervioso de lo que había estado hasta ese momento el match, pero los ánimos se calmaron un poco gracias a la pausa del entretiempo.
En el complemento, Juventus dio la impresión de poder reaccionar, se paró mucho más arriba sobre el campo de juego, dejando de jugar sólo a la contra como había hecho hasta ese momento, y creó un par de jugadas peligrosas.
Sin embargo, ora vez más salió con todo Inter, impuso nuevamente su juego y enseguida tuvo la ocasión de empatar, con una doble chance para Palacio. En ese marco, los bianconeri pagaron su nueva actitud, porque en el intento de pararse más altos terminaron por regalarle espacios a la visita, que al noveno minuto tuvo un 3 contra 2 para igualar, pero otra vez más Palacio no logró definir bien.
La Vieja Señora, mérito del gran planteo interista, falló muchos pases y perdió demasiados balones en el medio, lo que fue como alimentar con gasolina el fuego nerazzurro. Efectivamente, Inter empezó a transformar en ocasiones todo su dominio, cosa que no había logrado hacer en el primer tiempo, y finalmente al minuto 14 se ganó un penal: en un buen esquema en jugada de tiro libre, Marchisio lo agarró de manera muy vistosa a Milito, impidiéndole de rematar, y el referí, tras una pequeña infinita pausa de reflexión, decidió cobrar el claro penal.
El Príncipe se presentó desde los once metros y le pegó muy fuerte, tanto que Buffón no logró atajar a pesar de que el disparo no fuera muy esquinado. Juventus tuvo una reacción de orgullo y logró equilibrar un poco el trámite, pero Inter no perdió la brújula y, al revés, Stramaccioni le dio una vuelta de rosca decisiva, sacándolo al minuto 27 a Cassano para ponerlo a Guarín.
El colombiano fue determinante ayudándolos a los cansados Palacio y Milito en la presión sobre Pirlo y, en efecto, poco más tarde el volante recuperó un balón en la trescuartos rival, justamente sacándosela al talento juventino, para escaparse hacia el arco rival y sacudir un derechazo que Buffón pudo sólo desviar hacia un costado, justo por el que llegaba Milito, quien definió con un derechazo inapelable para anotar el 2 a 1.
El partido se puso intenso y emocionante. Conte intentó cambiar el match con el ingreso de Quagliarella por Cáceres, pero el match se emparejó más porque los nerazzurri se atrasaron y se pusieron algo nerviosos, concediendo el desahogue juventino.
De todas maneras, la defensa visitante se cuidó muy bien y no concedió casi nada, mientras que Stramaccioni acertó otro cambio, con la entrada de Mudingayi por Milito y la consecuente subida de Guarín en la línea de ataque: en efecto, el recién entrado metió un gran pase para Nagatomo en una contra al minuto 45, el japonés no logró anotar pero manejó bien el balón y dibujó un gran pase para palacio, quien definió y liquidó definitivamente el match.
La figura de ESPNdeportes.com: Diego Milito (8.5)
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