Fue realmente un gran partido el que Roma y Catania protagonizaron en el estadio Olímpico de esta capital. Al final fue 2 a 2: primero anotó Giovanni Marchese, pero luego Pablo Osvaldo igualó el marcador. Luego otra vez la visita se puso adelante, con un tanto de Alejandro Gómez, pero nuevamente el local empató, esta vez con Nicolás López.
Con este resultado, ambos suman un punto en la tabla y comparten solos el noveno escalón de la clasificación.
El desafío, como dicho, fue realmente entretenido y muy bien jugado por ambos equipos. Lamentablemente, los seis referís (especialmente los jueces de línea) no estuvieron a la altura de semejante espectáculo y condicionaron enormemente el resultado con sus errores.
Hay que admitir que los sicilianos sorprendieron con un primer tiempo muy positivo, en el que mostraron todas las buenas cosas que lucieron también en la pasada temporada. Parte del mérito, o más bien del demérito, fue también de la Loba, que bajó a la cancha demasiado blanda, sin carácter ni velocidad.
Sin embargo, si bien la visita estuvo bien mientras que los giallorossi fueron lo más lejano posible a un clásico equipo de Zeman, el match no estuvo desequilibrado, se vieron buenas cosas por ambos lados y, en fin de cuentas, Catania precisó de mucha suerte y de un favor del juez de línea para pasar en ventaja.
En efecto, a la media hora, en el desarrollo de un tiro libre, un remate desviado de Almirón se transformó en una excelente asistencia para Marchese, quien parado en evidente posición adelantada, pudo recibir todo solo en el área, algo por derecha, y desde ahí liquidó a Stekelenburg.
Roma se despertó y empezó paulatinamente a tomar ritmo, pero la verdadera diferencia se vio al regreso desde el vestuario. En efecto, sin necesidad de poner cambios, Zeman en el entretiempo transformó la actitud de se equipo, que bajó con todo y jugó un fútbol hermoso y a gran velocidad.
Así, luego de una serie de buenas ocasiones de gol, entre las cuales un palo tras un cabezazo de Osvaldo,de al minuto 14 De Rossi dibujó un gran pase delicado por arriba de la defensa para Osvaldo, quien de espaldas al arco, algo por izquierda, conectó con una hermosa chilena y la clavó de derecha a lado del palo más lejano. ¡Realmente un golazo!
El público empezó a alentar a todo volumen y empujó a su equipo, que tuvo otras chances para anotar. En ese periodo del desafío, otra vez más fallaron los jueces, primero no cobrando un claro penal por falta de mano en el área de Catania y, luego, parándolo a Osvaldo por un off-side inexistente, justo cuando el oriundo se iba solo contra Andujar, con 15 metros de corrida.
El 2 a 1 giallorosso estaba en el aire, pero en cambio llegó la nueva ventaja azulgrana. En la ocasión, estuvo mal la defensa capitalina, que no supo intercepetar un balón perdido en la trescuartos y lo dejó totalmente solo a Gómez, quien recibió el perfecto cuchillazo de Lodi y sin problemas definió el mano a mano.
Roma se apagó un poco, pero no se rindió y siguió buscando el gol que podía valer el empate. Sobre el final, cuando faltaban cinco más descuento al final, Totti tuvo que salir por un golpe recibido y en su lugar entró López. El uruguayo, tras un par de buenas cosas, al primero de descuento entró por izquierda, controló bárbaro, le tiró un sombrero delicioso a Bellusci y sacudió un zurdazo al primer palo inatajable. ¡Otro golazo increíble!
El partido no se acabó ahí y, enseguida después, Catania tuvo el balón para ganarlo: otra distracción defensiva de los giallorossi, balón a Castro y toque fino por arriba del portero que se estampó en el travesaño.
Sobre el final, Roma empujó para ganarlo pero no pudo y tuvo que conformarse con un empate, que por performance y errores del referí sabe más a triunfo que a derrota.
Respecto a la figura del match, queremos entregarle tal mención a López, por el coraje y el talento que demostró cambiando un partido en pocos minutos, con un gol de semejante belleza. Un joven de apenas 18 años que debuta así en Serie A va premiado y esta es nuestra manera para hacerlo.
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