Milan, de visita a Bologna en el estadio Dall'Ara, jugó un pésimo segundo tiempo y tuvo que conformarse con un empate por 2 a 2, fruto de los goles de Marco Di Vaio, Clarence Seedorf, Zlatan Ibrahimovic (de penal) y Alessandro Diamanti.
Este resultado lo deja al Diávolo en tercera posición con Lazio, ambos con 22 puntos, con la posibilidad de verse escapar a Juventus (jugará mañana) a cinco puntos de distancia, mientras que los rojo y azul, por su parte, ahora se ubican decimosextos con 15 unidades, tres arriba de la zona descenso.
El partido fue realmente intenso y emocionante, pero realmente muy raro. En efecto, la visita comenzó muy bien el partido, con la justa actitud y moviendo de manera bonita el balón, y rozaron enseguida el gol con un gran tiro libre de Ibrahimovic que partió el travesaño.
Sin embargo, al onceavo minuto la defensa rossonera se durmió un poco, Thiago Silva falló el fuera de juego y Di Vaio pudo recibir un pelotazo largo, presentarse solo contra Amelia y superar la desesperada salida del arquero rival con un globito certero.
Milan reaccionó enseguida y, tras un par de buenas maniobras, encontró el empate con un golazo de Seedorf: el holandés, asistido por una gran jugada de Boateng, controló de zurda al límite de la media luna y de derecha sacudió un diagonal alto y poderoso que se metió cerca del cruce de los palos a la izquierda de Gillet.
El match se puso realmente muy emocionante y los dos equipos crearon una buena cantidad de ocasiones. La visita jugó mucho mejor y, a frente de alguna chance poco clara concedida, tuvo por lo menos tres claras situaciones para pasar en ventaja.
En una de esas, en jugada de pelota parada, fue evidente una falta cometida por Mudingayi, quien lo bajó claramente en el área a Aquilani, cuando el rossonero quería conectar de cabeza el centro desde la derecha.
El referí, que había sido bastante malo hasta ese momento, cobrando faltas que no eran y dejando jugar cuando en cambio había evidentes irregularidades, después de ese episodio perdió completamente la brújula y condicionó bastante el partido, porque lo puso muy nervioso.
En efecto, faltaron por lo menos dos amarillas para Bologna y, cosa aún más grave,cerca del final del primer tiempo no cobró una clarísima falta de mano de Seedorf en el área, que debía valerle un penal a su favor para el local.
En el complemento Milan estuvo irreconocible: equivocó muchos pases, jugó muy largo y descompuesto, lució una grande confusión en fase ofensiva y concedió muchas ocasiones.
El partido se ensució aún más, factor permitido por el pésimo Rocchi que siguió cobrando cualquier cosa y que, paradójicamente, las veces que sacó la amarilla lo hizo en las situaciones equivocadas.
Al minuto 27, otro error del arbitro condicionó el encuentro, cuando Ibrahimovic luchó un balón en el área y se ganó un penal. El referí lo cobró y la decisión fue indiscutible, porque Raggi le pegó claramente una patada al sueco, pero la jugada debía ser parada al principio por una posición adelantada de Pato, que fue considerada pasiva pero que, en realidad, no podía ser tal, puesto que la defensa se encontró en apuros justamente porque tuvo que interceptar un pase hacia el brasilero.
El mismo Ibrahimovic se encargó de transformar la máxima pena en el gol del 2 a 1, pero su equipo no le dio el tiempo de alegrarse por la anotación, puesto que menos de 60 segundo más tarde Bologna igualó.
En la ocasión, Diamanti pudo entrar por el carril del diez gracias a la inexplicable desaparición de Van Bommel, para encararlo a Thiago Silva, enganchar de zurda y pegarle de derecha, sacando un remate que debía ser fácil presa de Amelia, pero que el portero visitante se dejó pasar culpablemente por abajo de sus brazos.
Milan reaccionó y tuvo tres claras chances de gol enseguida. Además, el Diávolo merecía obtener un penal por una falta de mano clamorosa de Morleo, pero el referí, claramente, no cobró.
Al final Milan desilusionó porque en los minutos finales, contando los cinco de descuento, no logró crear ningún peligro, mostrando también poca lucidez cuando empezó a tirar pelotazos para arriba como único recurso ofensivo.
En definitiva, fue un partido lleno de errores pero muy emocionante, en el que Bologna mereció quedarse con un punto así como Milan, en fin de cuentas, no merecía llevarse más que eso. Pero la nota mayor va para el referí: Rocchi es uno de los mejores árbitros según la federación Italiana, pero siempre falla los partidos de los rossoneri.
Muchas veces fue protagonista de grandes discusiones cuando le tocó un partido de Milan y, en efecto, el Diávolo cuenta números "anti-estadísticos" con él en la cancha, con 6 triunfos, 3 empates y 8 derrotas totales que, por encima, lejos de San Siro se transforman en apenas una victoria, tres igualdades y nada menos que seis derrotas. Es evidente que Rocchi tiene algún problema cuando ve rossonero.
La figura de ESPNdeportes.com: Alessandro Diamanti (8)
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