El argentino Javier Pastore, autor de un gol y artífice del otro, propició el empate del Palermo en el Giusseppe Meazza (2-2) y puso de cara su presencia en la final de la Copa de Italia al tiempo que complicó las aspiraciones de su adversario, el Milan, a falta del partido de vuelta.
El sueco Zlatan Ibrahimovic adelantó pronto al Milán. Pero al cuarto de hora, Javier Pastore estableció el empate. Ya en la segunda mitad, una acción del argentino propició el tanto del uruguayo Abel Hernández, que adelantó a los visitantes.
El Milan reaccionó y, a falta de un cuarto de hora, el holandés Urby Emanuelson estableció el empate definitivo.
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