El Roma fue sancionado hoy con una multa de 50.000 euros por los cánticos y gritos de tipo racista que parte de sus aficionados profirieron a tres jugadores del Milán durante el encuentro de la Primera División (Serie A) de la Liga italiana que enfrentó a ambos equipos este domingo.
Según informó la Liga de Fútbol en una nota, el juez deportivo Gianpaolo Tosel dispuso hoy esa multa, a la que se suma una advertencia ante posibles reincidencias en el futuro, por estos hechos registrados en el Estadio Giuseppe Meazza (San Siro) de Milán, que obligaron al árbitro a parar el encuentro dos minutos.
La multa llega, según la nota, "por el hecho de que sus aficionados, durante el partido, hayan dedicado de modo continuado a tres futbolistas del equipo rival coros y gritos que expresan discriminación racial, llevando al árbitro, en el segundo tiempo, a suspender el partido durante dos minutos para hacerles desistir de tal reprochable comportamiento".
La magnitud de la sanción queda además atenuada por el hecho de que el Roma "haya cooperado concretamente con las fuerzas del orden en materia preventiva y de vigilancia" sobre sus aficionados en el marco del encuentro contra el Milán.
El árbitro del encuentro, que concluyó con un empate sin goles, se vio obligado a parar el juego durante algo menos de dos minutos al inicio de la segunda parte, después de que los gritos de tipo racista hacia tres jugadores del club "rossonero" hicieran casi imposible el normal discurrir del partido.
Estos gritos y abucheos provocaron que uno de los afectados, el delantero italiano Mario Balotelli, se llevara un dedo a la boca para mandar callar a los aficionados rivales, que sólo desistieron una vez que se paró el juego y desde la megafonía se informara que se podía llegar a suspender del todo el partido.
En un comunicado divulgado hoy, el Roma quiso desmarcarse del comportamiento que mostró parte de sus aficionados desplazados hasta Milán y condenó "toda forma de abuso racista".
"Este tipo de comportamiento por parte de cualquier aficionado, incluidos los nuestros, es totalmente inaceptable. Estamos comprometidos en el afrontar con determinación la cuestión, con el objetivo de eliminar tal problema del deporte y de promover el respeto hacia todos", indica el club.
A falta de una jornada para el final, el Roma ocupa el séptimo lugar de la clasificación de la Liga italiana, luchando por un puesto europeo para la próxima temporada, mientras que el Milán es tercero, con dos puntos de ventaja para asegurarse el acceso a la fase previa de la Liga de Campeones.
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