El equipo celeste hizo valer la ventaja de 4-1 que había conseguido en la ida en Alemania. Gracias a ello, el equipo accedió a las semifinales del torneo por primera vez desde 1989, cuando se llamaba Copa de la UEFA y lo conquistó con su entonces estrella Diego Maradona.
La temporada europea comenzó con una gran decepción para el Nápoles, eliminado por el Athletic en el repechaje de acceso a los grupos de la Liga de Campeones, pero podría terminar a lo grande si el equipo de Rafael Benítez logra levantar el trofeo de campeón en la final de Varsovia.
El Wolfsburgo, segundo de la Bundesliga, tendrá que centrarse ahora en la defensa de esa posición y en la defensa de los siete puntos que tiene de ventaja sobre Bayer Leverkusen y Borussia Mönchengladbach, sus perseguidores.
En el partido de este jueves apenas hubo emoción por la clara ventaja que el Nápoles había conseguido en la ida.
El equipo italiano se adelantó además en el 50, con el primer gol europeo de la temporada para el español Callejón, con asistencia de Gonzalo Higuaín. Después, el argentino brindó también en el pase para el segundo de su equipo, obra del belga Dries Mertens en el 65.
El Wolfsburgo tuvo entonces una reacción para tratar de salvar al menos el honor y pudo empatar en dos minutos.
Después de un tanto de cabeza de Timm Klose en el 71, otro remate de cabeza, esa vez de Ivan Perisic a centro de Josuha Guilavogui, permitió a los 'Lobos' salvar un 2-2 en su visita a San Paolo.
Higuaín sólo ha podido sumar un gol en los últimos siete partidos, pero su aportación fue brillante en esta ocasión, con las dos asistencias.
Benítez, que no quiso dar descanso a sus figuras en este partido, continúa adelante en su reto de poder lograr su tercer título en esta competición, después de los logrados con el Valencia en 2004 y con el Chelsea más recientemente, en 2013.
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