El CSKA Moscú consiguió ayer un empate agónico con el Roma (1-1) gracias a un gol en el tiempo añadido, un resultado que mantiene la incertidumbre sobre el segundo puesto del grupo E de la Liga de Campeones.
El Roma saltó al campo del Khimki Arena decidido a hacerse con el control de las acciones, ya que una victoria lo dejaba en buena posición para pasar a octavos.
En el minuto 39, el mejor artillero del CSKA, el marfileño Seydou Doumbia, no supo aprovechar una clara ocasión de gol en un mano a mano con el portero del Roma, Morgan De Sanctis.
Fueron los mejores momentos de los hombres dirigidos por Leonid Slutski, pero, como suele ocurrir, la oportunidades desaprovechadas pasan factura.
Una falta en la frontal del aérea del CSKA sirvió para que el capitán del equipo romano, Francesco Totti, abriera la cuenta con un tiro libre.
En la segunda parte, los locales salieron a presionar, pero sin poder crear un juego fluido debido a la imprecisión en el pase y a la ordenada defensa del Roma, que seguía dominando.
En el minuto 93, el último del tiempo añadido, un centro de Vasili Berezutski que no consiguieron rematar dos jugadores del CSKA, se coló limpiamente en la portería del Roma.
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