miércoles, 29 de abril de 2015

La violencia ataca en las canchas italianas



Aficionados heridos en el clásico de Turín, amenazas, vandalismo y pancartas vergonzosas. “Se ha convertido en una locura llevar a tus hijos al estadio”, reconoció con pena Massimiliano Allegri, entrenador de la Juventus, consciente de que el fútbol italiano una vez más es superado por sus demonios. Las cifras ofrecidas por el Ministerio del Interior son deprimentes: 1.757 prohibiciones en los estadios y 267 heridos esta temporada en las tres ligas del país.

La pasada campaña finalizó con la muerte de Ciro Espósito, tifoso del Nápoles, disparado por un aficionado de la Roma antes de la final de la Copa de Italia. El último incidente importante se registró el domingo en el clásico de Turín, Torino-Juventus (2-1). Un potente petardo fue lanzado desde la tribuna e hirió sin gravedad a diez aficionados del Toro.

Los Tifosi pueden incluso pelearse contra sus propios colores. El 17 de abril los jugadores del Cagliari fueron atacados por aficionados en el campo de práctica. La violencia también llegó a la segunda división. La noche precedente a los incidentes en Cagliari, ultras del Varese entraron en el estadio para destrozarlo. Rompieron porterías, estropearon el césped y grabaron insultos.

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