Hay personas que llevan su propio destino tatuado en la piel. En el caso de Gianluigi Buffon, se añade una segunda excepción: está tatuado en su camiseta. En su espalda luce el dorsal número 1, símbolo y muestra de los récords que va coleccionando el meta italiano.
Buffon cumplió el viernes pasado el partido 1.000 de su carrera profesional con la selección azzurra, ante Albania. Precisamente, en ese mismo partido también validó otro hito: el de convertirse en el jugador europeo con más presencias en su selección. Un registro de 168 partidos que hasta esa fecha compartía con su gran amigo Iker Casillas.
En su currículum Buffon también goza de cinco participaciones mundialistas: desde 1998 hasta la última en Brasil. Y casi seguro jugará seis... si va a Rusia 2018, como se prevé. Sería único en la historia del fútbol mundial.
Además, tiene del récord de imbatibilidad del Calcio. Con la Vecchia Signora ha logrado tener la portería a cero durante 973 minutos consecutivos, superando la racha de 929 de Sebastiano Rossi con el Milan en los años 90. Y sobre todo, hizo 70 minutos más que Dino Zoff, otro portero que llevaba la camiseta bianconera como si fuera su piel.
Yendo hacia atrás en su carrera, se puede volver al día de su primer partido en la Serie A. Fue el 19 de noviembre del 1995, en un Parma-Milan. Tenía apenas 17 años. "Le dije que entrara tranquilo y se centrara sólo en el juego", comenta Ermes Fulgoni, entonces preparador de porteros del conjunto de Nevio Scala.
El Milan de Capello tenía delanteros como George Weah, Roberto Baggio y Zvonimir Boban en el once titular, pero Fulgoni estaba seguro de Gigi: "Cuando anunciaron la alineación en la megafonía del estadio, le dije a la gente que tenía a mi lado: 'hoy no vamos a recibir goles'".
Y así fue. El partido terminó 0-0 y, años después, por cuatro temporadas, Buffon incluso llegó a levantar la Copa de la UEFA. Luego, fichó por la Juventus. El joven meta, que en el verano del 2001 entraba por primera vez en el vestuario de la Vecchia Signora, no podía imaginarse que 16 años después apuntaría su nombre en la libreta de los récords de la Juve.
Le han bastado 65 minutos durante el último partido liguero ante la Sampdoria para llegar a los 39.706 y convertirse en el jugador de la Juve con más minutos en Serie A en toda la historia de los bianconeri. Ha logrado superar a Giampiero Boniperti, leyenda de la Juventus de los años 40 y actual presidente honorario del club.
Y ahora que Gigi acaba de cumplir los 39 años y continúa bajo palos en el equipo más importante del Calcio, aún no tiene ganas de colgar las botas. O los guantes, según se mire. Gianluigi quiere seguir, quiere jugar y seguir sumando récords en su carrera. Y aún le quedan algunos.
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