Inter fue castigado a jugar dos partidos como local a puerta cerrada y otro más sin contar con la afición de la “Curva”, tras los insultos racistas que pronunciaron los seguidores del club a los jugadores de raza negra del Nápoles, especialmente al defensor Kalidou Koulibaly.
El juez deportivo de la Serie A del campeonato italiano comunicó ayer su decisión en una nota oficial en la que subraya "los coros territoriales pronunciados durante todo el partido contra los hinchas del equipo rival" y también los "cánticos racistas contra Kalidou Koulibaly".
El juez además sancionó con dos jornadas de descalificación al propio Koulibaly y a Lorenzo Insigne por sus actitudes durante el partido Inter-Nápoles, que se saldó el miércoles con la victoria del club milanés por 1-0.
El juez sancionó a Koulibaly por los "aplausos irónicos" practicados al árbitro Paolo Silvio Mazzoleni cuando fue expulsado en el minuto 81, mientras que Insigne fue castigado por haber dirigido al colegiado "insultos graves".
Los aficionados de Inter y Nápoles se enfrentaron antes de que comenzara el choque en unos altercados que se saldaron con cuatro personas apuñaladas y otra fallecida tras ser atropellada por una furgoneta.
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