El alcalde de Milán, Giuseppe Sala (centro-izquierda), afirmó este jueves sentir "vergüenza" por los cánticos racistas lanzados al futbolista senegalés Kalidou Koulibaly durante el partido Inter de Milán-Nápoles el miércoles, y pidió "perdón" en nombre de la ciudad al defensor del club napolitano.
Los gritos de mono "dirigidos a Koulibaly fueron una vergüenza. Un acto vergonzoso hacia un deportista orgulloso del color de su piel", estimó Sala en Facebook, aludiendo a las declaraciones del defensor después del partido.
El miércoles por la noche, Koulibaly fue objeto de gritos de mono en varias ocasiones durante el partido. Fue expulsado a un cuarto de hora del final por dos amarillas consecutivas, la primera por una falta y la segunda por aplaudir irónicamente al árbitro.
En ese momento el marcador era de 0-0 y el Nápoles acabó perdiendo 1-0.
Según su entrenador, Carlo Ancelotti, el cuerpo técnico pidió en varias ocasiones la interrupción del partido por los gritos racistas.
"Seguiré acudiendo a ver al Inter, pero con los primeros cánticos, haré un pequeño gesto; me levantaré y me iré. Lo haré por mí, consciente de que los que lanzan gritos a un deportista de piel negra no harán nada por mi reacción. Pero yo lo haré", escribió Sala.
"Pido perdón a Kalidou Koulibaly, en mi nombre y en el de el Milán cuerdo", añadió el alcalde de la ciudad.
Giuseppe Sala propuso que en el próximo partido luzca el brazalete su jugador de Ghana Kwadwoh Asamoah.
"Triste por la derrota y sobre todo por haber abandonado a mis hermanos. Pero estoy orgulloso del color de mi piel. De ser francés, senegalés, napolitano. De ser hombre", tuiteó Koulibaly en italiano después del partido.
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