La causa de la muerte, el pasado 14 de abril, del centrocampista italiano del Livorno Piermario Morosini, cuando disputaba un encuentro de la Segunda División italiana, fue una cardiomiopatía arritmogénica, de posible origen genético, según las últimas pruebas médicas realizadas.
Los medios de comunicación italianos informaron de los resultados de los exámenes médicos, en los que se precisa que los efectos de esta malformación se encontraban en “fase inicial”.
Morosini sufrió el pasado 14 de abril un repentino malestar en el minuto 31 del partido, cuando su equipo, el Livorno, disputaba contra el Pescara, y cayó al césped cerca de su propia área.
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