El Nápoles venció al Barcelona por 1-0, ayer en un amistoso de pretemporada disputado en Ginebra, con un gol del suizo Blerim Dzemaili, en complicidad con el portero chileno Claudio Bravo, que debutaba con el equipo azulgrana.
A los 80’ llegó el único tanto del encuentro. Dzemaili golpeó desde fuera del área y cuando parecía sencillo despejar el balón, se le escurrió de las manos a Bravo y entró en la portería.
El Barcelona, dirigido este curso por Luis Enrique, no pudo contar con muchos de los hombres llamados a ser importantes este año. A las bajas de los brasileños Neymar y Dani Alves, y de los argentinos Lionel Messi y Javier Mascherano, recién incorporados a la pretemporada tras el Mundial, se unieron las de Xavi Hernández y el francés Jeremy Mathieu, con molestias.
Enfrente estaba el Nápoles, dirigido por el también español Rafael Benítez, más rodado y con un onceno más cercano al titular para esta temporada.
En una primera mitad sin excesivas oportunidades ni ritmo brillaron ambos porteros; el brasileño Rafael, del Nápoles y Bravo, del Barza /AFP
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