Cristiano decidió el encuentro, disputado en el estadio King Abdullah de Yeda, en Arabia Saudí, con un cabezazo a la hora de juego hundió a un Milan en el que el "Pipita", en el medio de una tormenta por su futuro, solo disputó veinte minutos sin tener ocasiones de gol.
El portugués volvió a poner su firma en una gran vitrina, en un partido que suponía una oportunidad para el "ex" Higuaín para vengarse por su salida de Juventus el pasado verano y que puede quedarse como la última amarga página en su breve trayectoria en Milan, ya que el interés de Chelsea en él se hace cada vez más insistente.
Tras ganar quince trofeos con Real Madrid, entre ellos cuatro Ligas de Campeones, Cristiano no faltó a la cita con su primer título italiano y le dio a Juventus la octava Supercopa de su historia. Los turineses ya son el club más ganador de la historia de este trofeo.
Juventus impuso su ritmo al partido desde el comienzo y asustó a Milan con un zurdazo del brasileño Douglas Costa tras apenas 180 segundos.
En el 61, el bosnio Miralem Pjanic colgó un perfecto balón en el centro del área y Cristiano fulminó a la defensa para anotar de cabeza el tanto del 1-0. Lo celebró con su clásico grito "Siuuu".
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